
¡Hola a todos, en el último mensaje hablamos sobre El Amor Implacable: Maternidad y el Amor de Dios, y hoy vamos a hablar sobre Curación y aprendizaje: abrazar el pasado!
“Oh, sí, el pasado puede doler. Pero tal como yo lo veo, puedes huir de él o aprender de él”
— Rafiki – “El Rey León”
Esta perspicaz cita de Rafiki en “El Rey León” ofrece una valiosa lección de resiliencia. Nuestro pasado ciertamente puede ser doloroso, pero podemos elegir huir de él o crecer a través de él. Hoy veremos cómo, como cristianos, podemos confrontar nuestro pasado, abrazar la sanidad de Dios y aprender lecciones invaluables.
Curación del pasado
Nuestros pasados contienen tanto recuerdos alegres como experiencias dolorosas. A menudo es más fácil huir del dolor, pero la verdadera sanación llega cuando lo enfrentamos y buscamos la paz de Dios.
Como cristianos, se nos anima a volvernos a Dios en busca de sanidad. Al enfrentar nuestro pasado y confiarle nuestras heridas, nos abrimos a su curación divina.
Aprendiendo del pasado
Si bien el pasado puede doler, también es un gran maestro. Está lleno de lecciones que pueden moldearnos, refinarnos y fortalecer nuestro carácter y fe.
Esta escritura afirma que nuestras pruebas pasadas pueden moldearnos y encender la esperanza dentro de nosotros.
Avanzando con fe
Aprendemos, sanamos y luego avanzamos. Llevando con nosotros las lecciones del pasado, pero no permitamos que nos mantengan cautivos. Seguimos adelante, armados con una fe más fuerte y una esperanza más brillante.
“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.”
— Filipenses 3: 13 – 14
¿Qué quiero que te lleves hoy?
Si bien nuestro pasado puede traer dolor, también trae lecciones invaluables. Como cristianos, estamos invitados a enfrentar nuestro pasado, abrazar la sanidad de Dios y aprender de nuestras experiencias. Al hacerlo, podemos fortalecernos en nuestra fe y esperanza, avanzando hacia el futuro que Dios tiene reservado para nosotros.
Como siempre, te animo a ser diferente y sobre todo anímate a regalarle una sonrisa a alguien, jamás sabes si esa sonrisa puede cambiarle el día de manera positiva. Sé luz y comparte con otros este mensaje y si te ha gustado, dale like para que tengamos más personas con sonrisas.